Migue: sin embargo, cuando ocurre, siempre te quedan dos consuelos. El primero: al fin y al cabo, hay tantas posibilidades, que la siguiente puede salir bien y segunda: al fin y al cabo, esto de la vida es un simple juego.


Sabemos que la vida es un juego, pero ¿sabemos jugarla? ¿aceptamos cuando perdemos? ¿comprendemos que no todas las casillas son buenas? ¿Y cuándo falla la suerte?.
En el juego caemos en casillas, tanto buenas como malas, y estás repercuten en nuestra vida, casi fugaces sin darnos cuenta, abren un gran espacio en el juego y de pronto:


¡¡¡BANG!!! Cataclismo, sí, suele pasar, lo hermoso se vuelca asqueroso, lo adecuado se vuelca nocivo, lo futuro se vuelca pasado, y así sucesivamente, dejando una gran huella a su paso. Y se vuelve dañino. Una voz, me tiemblan las manos, ¿qué me pasa? Ahh, es eso. Se vuelve totalmente inaudito.


¿Sollozar?¿Gimotear?¿Llorar?, es sólo el triste preludio que sirve de prólogo para la sonrisa que vendrá después y aunque vuelvan las lágrimas... ¿qué más da?


"La vida es un guión redondo"

2 comentarios:

CdeClarividencia dijo...

La vida es un juego, que pocos están verdaderamente dispuestos a jugar. No mostramos nuestras cartas hasta el límite final, por miedo o simplemente por llevar la jugada al máximo y comprobar, como en una buena partida de póker si nuestro contrincante se está echando un farol.
Muchos son los que piensan, que al no arriesgar, no pierden nada, pero acaso ¿perder la oportunidad de ganar no les parece suficiente pérdida?
Luchamos por la jugada, y arriesgamos el valor que proporcinalmente en ella depositamos, creémos, soñamos.
Dicen por ahí, que la buena suerte hay que cultivarla, pero, es inevitable, el universo tiende inexorablemente a una cierta entropía, por lo que hay probabilidades aún así de que las cosas no vayan bien.

Si todo esto, no es más que un juego en el que me dejo la vida; juguemos pues.

SINTROLL dijo...

Es sencillamente simple: lanza los dados, contén la respiración, observa cómo el azar juega contigo y desea, desea con fuerzas. El azar rige el juego y pone las normas, tic tac, los dados siguen rodando y finalmente se dentendran. ¿Qué más da?