
Se acercó un desconocido, yo extasiada entre mis pensamientos ¡Una fragancia, un recuerdo, un sentimiento! ¿Eres tú?. Sí, era su olor, no quise girarme y mirar a la persona que estaba a mi lado, me decepcionaría no encontrar a quien buscaba, sólo me limite a inhalar aquella ansiada fragancia. Sabía que si me volvía curiosamente, me abalanzaría sobre él, sin saber quien fuese aquel ser. Me pregunte si tanto deseaba hacer quién sabe cómo con aquel quién sabe qué. Pero no era por ese quién sabe qué, sino por aquel si sé quién y qué. Desorientada, sólo quería seguir recordando dónde y cómo había aspirado aquella esencia, mezclada con sentimientos y memorias que hora tras hora me aludían su presencia. ¡Qué horror! ¡Me estoy volviendo loca! asentía ensimismada, había abierto los ojos y por un momento pensé equivocamente, no sabía como quitarme encima aquel quién sabe qué después de las alucinaciones funestas con su aroma, sólo sé que desapareció y me alegro tanto por ello, quién sabe cómo hubiera acabado todo.
¿Recuerdas qué querías ser cuando eras pequeño?
Clave: Perseverancia.
2 comentarios:
Cuando te invade ese quien sabe que, deliciosamente expresado, quien sabe como huniera acabado.
Un saludo y un abrazo
El dulce aroma que atañe ciertos seres nos acompañan incluso años después de recibir su fragancia. Queda la sensación de saber aceptar y recibirla en el recuerdo y en la realidad, cuando nuevamente se nos cruza por delante...
Como palabras mecidas por el aire
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