
Sueños que van y vienen, sueños que no son verdad, sueños que sólo son reflejo de nuestros propios anhelos...
¡No! Me niego. No quiero romper limites y perder confianzas.
Mis sábanas empapadas, por mis extremidades recorre ese ardor insoluble que se presenta sin temor al dolor, sólo en busca del eterno calor. Su presencia y calidez se percibe desde mis adentros, mi rostro refleja dicha sensación de ardua pasión. Cada parte insospechada de mi cuerpo tirita sin sentir frío. ¿Qué me pasa? ¿Me temes? ¿Quién eres? Mírame... Tú... Calla, sólo déjate llevar.
Maldito estado de ensueño, otra noche dándole prioridad a la confusión con mi adepto.
Dama enjaulada evita llorar sobre su almohada.
1 comentarios:
Procura que las lágrimas siempre sea nconsensuadas con tu alma, anhelando que el estado temporal que las provoca dure menos del que quede estipulado.
Besos.
Publicar un comentario