
Supondría que eran las cuatro y treinta de la mañana, si, un poco tarde para que alguien que se encontraba ya en su cama, con la luz apagada decidida a dormir eternamente, no lo hacía, pero así era.
"Ella se encontraba tendida en su cama, en posición fetal, destapada por completo, sus pies helados, como el resto de su cuerpo, aún así llegabamos a su rostro, estaba rojo, posado encima de un almohadón muy húmedo, su pecho agitado, casi a punto de estallarle el corazón. Sus ojos entreabiertos reflejaban su triste dolor, derramaban cientos de lágrimas, su cabeza le insinuaba un leve dolor, pero aún así sus ojos no paraban de demostrar lo que en ese momento sentía. Quiso gritar, pero no le salía de su garganta este alarido. De pronto, en su piel se reflejaba el frío que subia desde sus pies, encorbó su cuerpo y llevo sus rodillas hasta su pecho, sujetandolas con sus manos. Sin dejar de derramar lágrimas, cerro sus ojos y tratando de bloquear aquel sentimiento, se sumergió en el sueño y descanso de sus pensamientos, eliminando los que les incitaba su corazón... "
Así como una fuerte y vital Pantera, ella dormía sin dejar dar a conocer sus débilidades, hasta llegar al fin de su dulce e inocente sueño, para despertar la Mariposa, frágil y delicada que vive dentro de ella, pero que no suele mostrarse. La Pantera se dio cuenta que el corazón de la Mariposa podía llorar...
1 comentarios:
Ke historia tan rara o_o
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