Siento frío. Mis manos alrededor de mis piernas, están entumidas sin reacción, mi cabeza sumergida entre ellas. No sé donde me encuentro, no sé que hago aquí, por qué no puedo moverme. Hago un esfuerzo y abro mis ojos, recorren por mis mejillas transparencias sólidas que me liberan del frío dolor, ya puedo moverme. Sin embargo, camino en una habitación vacía llena de escalofriante oscuridad, el corazón me late con fuerza, me cuesta respirar. Sin duda, tengo miedo, no lo puedo evitar.
Sigo viviendo en mi cuarto oscuro y vacío, es muy pequeño para las observaciones externas, mas tan grande e inmenso para mi propia perspectiva. No lo aguanto, me duele, es tan extremo esto que siento. Ayer no lo pude cambiar, hoy y mañana tengo la posibilidad de hacerlo, aún así, guardo sin mesura el resqemor de mi tan imprudente deficiencia.
Quiero disfrutar, olvidar las pautas establecidas por la sociedad, lo que nos define de buenos o malos. Debo añadir que me gusta ver la luz, me encanta sentir el calor, me fascina acariciar texturas, me chifla saborear caramelos, amo las demostraciones de cariño. Y debo añadir también, que no me gustan las mentiras, odio el dolor, detesto el silencio, aborrezco la falta de inocencia. Más odio, salirme del tema central de la entrada.
Ya he hecho la cama, ahora me acuesto en ella.
3 comentarios:
Jajajajajaaaaaaa!!! Eres todo un personaje...
Un besillo.
PD: "más tan grande e inmenso para mi propia perspectiva."
Este "mas" es sin acentuar...
Oye!!! que no hay derecho ¡eh!
Me dices personaje, me corriges, ENCIMA de todo te ríes. Muy bien. Gracias hombre.
Con cariño y sin acritud...
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