La mañana del 6 de enero encontré mis zapatos vacíos, bueno no, había un trozo de papel que decía que mi regalo estaba en proceso. Después de aquel acontecimiento tuve una pequeña charla con el presidente directo de los fondos financieros de los Reyes Magos, osease mi padre. Flash-Back: hija debes ir al Corte Inglés a recoger el Ipod, lo cierto es que he tenido mucho trabajo y no he podido recogerlo. Llévate el carnet que lo he puesto a tu nombre. Teniendo en cuanta que el 70% del trabajo de mi padre es estar sentado al frente del ordenador durante horas para no aburrirse, pude ser compasiva y aceptar la idea de su pequeño despiste.
A la mañana siguiente me desperté muy temprano, a eso de las 12, cogí mi paraguas, fui andando muy poco a poco hasta el Corte Inglés de Sol y me presente delante del mostrador muy sonriente. La dependienta con cara de amargada, esquivaba mis ojos que transmitían la euforia por mi Ipod. Le explique amablemente lo que me traía hasta allí y sólo hubo un silencio mortal, la tía se dedico a llamar a otra y entre las dos me hicieron trizas, negandome mi total acceso a mi preciado Ipod. En resumen, me enzarzé en una discusión con aquellas dos hienas sin fin lucrativo, volví a casa con el rabo entre las piernas y el bolso vacío.

Este acontecimiento me ha hecho reflexionar sobre mi mala relación con el sexo femenino, sin duda nunca suelo congeniar con las mujeres. No tengo muchas amigas, las puedo contar con una mano y aún así me sobran dedos. No puedo decir lo mismo del sexo masculino ya que tengo varios amigos. Pero esto no me deja totalmente tranquila, me pregunto el porqué de mi fallo con las mujeres(sueno a tío desesperado por un polvo). Con las mujeres nunca me he llevado bien, todas se critican una a una, se despellejan sin motivos, se maltratan verbalmente excusándose con cariño(Venga hombre), son amigas y parecen enemigas, te buscan por interés, te llaman para contarte lo bien que les va la vida y regocijarse de que a ti te va como el culo, te dicen que les encanta tu camiseta(mentira cochina), y puedo seguir soltando verdades como puños pero prefiero dejar que lo descubráis.

No digo que todas las mujeres cumplan el canon de mi anterior párrafo pero sólo una minoría se salva de está descripción. Estuve recordando mis primeros contactos con las mujeres, quizás así descubría quién tiene la culpa, ellas o yo. Me hice con dos hipótesis: 1º) Se piensan que soy lesbiana y que quiero ligar con ellas. Y 2º) Mi gran sonrisa y simpatía, osease mi buen humor (que esto se debe a mi gran tiempo libre, poco agobio y tirando a ser una total y completa vaga) les perturba, las hace chocar conmigo, se encierran en vidas estresadas, aburridas, deficientes de actividad vaginal, pesimistas y antisociales(y todo esto porque ellas quieren). Claro que mujeres tan ocupadas, cultas, educadas y pesimistas no se mezclan con otras optimistas, soñadoras, soeces y cabezotas, osease mi persona.
Reuniría a todas las mujeres con las que he tenido un mínimo lazo de amistad en un auditorio y les preguntaría a cada una de ellas: te he fallado alguna vez, te he recomendado alguna prenda de ropa que te quedase como el culo, te he mentido, he contado algún secreto personal, te he colgado el teléfono a las 4 de la mañana, no te he dado mi hombro para que llorases, no he cuidado de tu hermana pequeña para que salieses con tu novio, te he quitado el novio, te he criticado sin habértelo dicho ya, te he dejado de lado, acaso no te he cuidado de aquel pesado que te acosaba en la discoteca, etcétera, etcétera. Y al final, pediría que levantase la mano a la que he hecho alguna de estás cosas, yo pienso que ninguna la levantaría, pero si se da el caso, os aseguro que pediría perdón.

En mi mente he perfilado cuatro tipos de personalidades diferentes de mujeres, las daré a conocer, pero será en otro momento. Sin duda, continuará.

OJO: esto no es un post de resentimiento ni mucho menos de envidia, sino de decepción, de como me gustaría poder tener muchísimas amigas, pero no esas con las que mientras hablas crítica a Juanita la del barrio, y cuando te das la vuelta te crítica a ti justo con Juanita. No esas que sólo van de fiesta contigo. No esas que sólo se dedican a utilizarte para darse algún respiro. No quiero amigas, quiero buenas amigas.

4 comentarios:

CdeClarividencia dijo...

Deberíamos de decir de vez en cuando "Mujeres" porque creo que tenemos un traguito respecto a nuestra relación entre nosotras y con nosotras.

Un beso amor! =)

elloco dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Casiarturo dijo...

No soy mujer, pero te comprendo... Sois lo peor!! ((sin acritud))

No hay quien os termine de comprender y soportar... En fin, sin vosotras los tios nos podemos ir a lugares que no mencionaré en horario infantil.

¡Que disfrutes de tu Ipod!

bluebones dijo...

Ahora tiene mucho sentido el que no nos traigas amigas a nuestras noches de locura... después de leer esto no te lo volveré a mencionar >: )